La evapotranspiración es uno los principales componentes del balance hídrico (junto con la precipitación, la escorrentía y la recarga de acuíferos). Supone la unión entre los procesos que tienen lugar en la superficie terrestre, el suelo y la atmósfera. Su cuantificación se hace esencial tanto en estudios climatológicos y meteorológicos, como en temas relacionados con la producción vegetal y la gestión y planificación de los recursos hídricos. Conocer con precisión las necesidades hídricas de los cultivos puede ayudar a regular el consumo de agua, adaptando los sistemas de riego.
A lo largo de los años se han desarrollado multitud de modelos para estimar la evapotranspiración de manera local (Thornthwaite,Penman-Monteith, Priestley-Taylor). No obstante, éstos son difícilmente aplicables a escala regional debido a la heterogeneidad topográfica y de cubiertas vegetales presentes en la realidad, así como a la escasez de mediciones micro-meteorológicas. Los avances tecnológicos durante las últimas décadas han puesto en escena la utilización de sensores y plataformas espaciales con fines científicos, permitiendo una observación continua y a gran escala de los procesos naturales de la superficie terrestre y la atmósfera. La elevada cantidad de información que aportan los datos de satélite, hacen de la teledetección una herramienta adecuada a la hora de aplicar modelos de cálculo a escalas mayores.
Utilizando la ecuación del balance de energía en superficie que define la evapotranspiración y que describe un sistema formado por la vegetación, el suelo y la atmósfera que los rodea, se llevan a cabo mediciones en campo que permiten obtener las tasas evaporativas de un cultivo experimental. Una vez conocidos los términos del balance energético se calcula la fracción evaporativa, que hace referencia al ratio evaporado del total de energía disponible.
Los investigadores Alberto de Tomás, Héctor Nieto, Radoslaw Guzinski, Inge Sandholt y Pedro Berliner en el trabajo “Aplicaciones de la Teledetección en Hidrología. Estimación de la evapotranspiración mediante el Método del Triángulo” realizan estimaciones espaciales de evapotranspiración en la cuenca del río Henares (4.136 km2). El estudio se centra en la aplicación de modelos semi-empíricos que utilizan la relación existente entre la temperatura radiativa de superficie y algún índice de vegetación, obtenidos a partir de imágenes de satélite, para calcular de manera directa la fracción evaporativa de las superficies de estudio. Posteriormente se validan los resultados con las mediciones de campo.
El documento se encuentra en la sección “Cuadernos de Geomática Aplicada”.
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