Una de las cuestiones que más han preocupado y preocupan hoy en
día a geógrafos y cartógrafos de todo el mundo es conocer la precisión de la
cartografía empleada (Skidmore and Turner, 1992). Existen diferentes métodos para poder evaluar la precisión de
los mapas dependiendo de que entidad gráfica se esté empleando: puntos, líneas
o polígonos.
En este caso se va a describir el método más ampliamente empleado
en el cálculo de la precisión posicional de los elementos lineales presentes en
un mapa antiguo. Como no podría ser de otra manera y al igual que ocurre con
los puntos, el análisis se va a realizar usando dos tipos de líneas: las de los
mapas a evaluar (cartografía antigua) y las denominadas líneas referencia. Estas
líneas son homólogas a las primeras, pero provienen de alguna fuente de
información más precisa.
La metodología más popular y extendida (Ureña et al, 2010) se basa
en el modelo de la Banda Épsilon, descrito por Perkal en 1956 (Dunn et. al,
1990) y desarrollado por varios autores como Skidmore y Turner en 1992. Se
trata de un modelo probabilístico en el que se crea una banda de anchura mínima
(banda épsilon) alrededor de la línea de referencia que contiene todo el objeto
de prueba o viceversa (Goodchild y Hunter, 1997). Éste método permite, trazando
iterativamente diferentes anchuras sobre la línea de referencia (ver figura
adjunta), calcular el porcentaje de la línea objeto de prueba que queda
contenido dentro de estas bandas. De esta manera, se puede obtener una función
de distribución probabilística en que la que se relacione la anchura de la
banda épsilon con el porcentaje de la línea objeto de prueba que queda
insertada dentro de la misma, tal y como puede apreciarse también en la figura .
Gracias a esta función, podrá compararse la calidad de diferentes
cartografías antiguas a evaluar, ya que cuanto más ancha sea la banda épsilon
que deja un gran porcentaje de la línea a evaluar dentro, menor será la
precisión posicional de la línea y, por tanto, menor calidad del mapa que la
contiene.
Este método se considera muy útil, pues no es muy complicado de
elaborar con las herramientas de los Sistemas de Información Geográfica y,
además, ofrece resultados que se pueden interpretar sin mucha dificultad de
manera tanto gráfica como numérica.
Figura: Método
de la banda épsilon y gráfico de distribución de la línea objeto de prueba con
respecto a la anchura de la banda
épsilon
Bibliografía
Dunn,
R., Harrison, A.R., White, J.C., 1990. Positional
accuracy and measurement error in digital databases of land use: an empirical
study. Int. J. Geogr. Inf. Syst. 4, 385–398. doi:10.1080/02693799008941554
Goodchild,
M.F., Hunter, G.J., 1997. A
simple positional accuracy measure for linear features. Int. J. Geogr. Inf.
Sci. 11, 299–306. doi:10.1080/136588197242419
Skidmore,
A.K., Turner, B.J., 1992. Map
accuracy assessment using line intersect sampling. Photogramm. Eng. Remote
Sens. 58, 1453–1457.
Ureña,
M.A., Mozas, A.T., Pérez, J.L., 2010. Preliminary
analysis of accuracy of contour lines using positional quality control
methodologies for linear elements. 25th Conf. Int. Cartogr. Assoc. 9.
Elaboración: Alberto Blanco/Fundación IMDEA-Agua
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